Es una pena profunda la que estamos viviendo en esta
región y en el país. Un grupo enquistado en el monopolio
hace todo lo posible para
evitar el desarrollo de toda
una nación necesitada de
empleos dignos y de un
desarrollo sostenible.
De igual forma prima la complicidad política y
social.
Estamos cayendo en unos
niveles deprimentes e
inmorales.
Como es posible que por complicidad y no se sabe
por por cuantas cosas más,
estemos desperdiciando la oportunidad de desarrollar
un país, con una obra de
un aeropuerto que sería
el más moderno, práctico
y conveniente.
Con el rechazo ilógico de este Aeropuerto Internacional de
Bávaro, por parte de los
que tienen que dar la
autorización de su
construcción, nos colocamos
en un país sin visión de lo que
deberíamos ser como destino
económico y turístico, para los
próximos diez y veinte años.
Mientras toda esta mezquindad sucede, vemos como la tasa de
pobreza sigue en aumento
alarmante en nuestro país.
Solo gente desaprensivas e inhumanas son capaces de
tener un proyecto como este
paralizado.
La pena ya golpea mis huesos,
siento un dolor inmenso al
ver tantas injusticias y pobrezas
deambulando por las calles
desnudas y hambrientas.
La injusticia a llegado a ser tan despiadada, que satanizan a los
que con coraje y amor, defendemos la construcción de
este moderno y ecológico aeropuerto internacional.
Lo que el pueblo debe tener bien claro: por nada del mundo lo
vamos a desamparar, aunque con esa defensa pongamos nuestra
propia vida en riesgo.
Herman Pilier Báez
Médico- periodista
Investigador - poeta
Escritor - gremialista
Columnista -comunitario.
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