viernes, 24 de diciembre de 2021

FELIZ NAVIDAD CON DIGNIDAD POR TEÓFILO QUICO TABAR

Feliz navidad con dignidad 

PPara muchos las tradiciones se conservan. Para otros han ido variando, casi siempre al ritmo en que cambia su nivel económico y social. Nuevos compromisos y adquisiciones. Traídas de fuera o simplemente porque han copiado estilos de personas que de alguna manera han influido en sus vidas. Pero la gente común, sobre todo creyentes, conservan más las tradiciones.

Las Navidades y la alegría que provocan, sobre todo en los cristianos, por el nacimiento de Jesús, junto al fin de año, representan la época donde mayores manifestaciones colectivas y sinceras de felicidad se manifiestan. Pero igualmente son propicias para la reflexión. Porque amén de las expresiones de solidaridad, también es un período donde afloran recuerdos y se ponen en evidencia las diferencias sociales existentes en nuestros entornos.

Siempre que se presentan circunstancias donde se ponen de manifiesto las desigualdades, aún dentro de las festividades, vienen a mi memoria palabras expresadas por un pensador humanista cristiano, estableciendo que: “Todo el que hace y realiza un esfuerzo, tiene derecho a recibir de lo que produce; pues privado de los bienes de necesidad, los seres humanos se convierten en miserables y permanecen en la mediocridad, producto de la imposibilidad de tener acceso a esos bienes y riquezas que se producen entre otras cosas, gracias a ellos”

Hay bienes necesarios sin los cuales los humanos no pueden vivir dignamente. Esos bienes tienen para cada uno un valor diferente e infinito. Pero si los bienes de necesidad pueden definirse de manera bastante rigurosa y pueden ser, con exactitud, censados y evaluados, los bienes de dignidad son muy variables, según los medios, las clases sociales, las situaciones políticas, etc.

Según el pensamiento humanista, todo el que nace debe tener derecho a recibir, aunque sea a título de préstamo, los bienes de necesidad que le permitan vivir dignamente. Porque todo el que realiza un esfuerzo normal de producción de esos bienes, tiene el derecho a recibir dichos bienes, de la sociedad, del Estado, su familia o de alguna entidad superior. Sobre todo cuando por enfermedad o por vejez se vean privados de los trabajos productivos.

Los bienes de necesidad y de dignidad deben considerarse bienes primarios. Lo que implica, que para lograrlo eficazmente, se haga necesario constituir para su producción y distribución en la economía, un sector contra la codicia, la especulación, la inflación y contra todo tipo de riesgos provenientes de los desórdenes y los conflictos de cualquier tipo, constituyendo lo que se podría denominar: sector de seguridad.

No necesariamente necesidades de comodidad ni de confort, a las cuales todo ser humano también tiene el derecho de acceder, sino a las necesidades primarias y fundamentales. Las que le permiten a los seres humanos vivir en dignidad. Tener acceso a una vida humanamente decente. Donde no solo disfruten unos pocos y la mayoría se conforme con verlos disfrutar. Lo ideal es una sociedad que, aún dentro de la diversidad, todos puedan satisfacer esas necesidades.

Por eso debemos apoyar y estimular cualquier programa tendente a propiciar una vida digna. Con transparencia y seriedad. Así podremos disfrutar y comprender mejor el tradicional mensaje de: Feliz Navidad.

En período de Navidad se ponen en evidencia las diferencias sociales

Debemos estimular cualquier programa tendente a propiciar una vida digna

Los bienes de dignidad varían según medios, clases sociales, etc.


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