Bonaparte Gautreaux Piñeyro
Señor, Señor, la constancia no es la mejor de las cualidades de los hombres, por eso perdono a quienes este 24 de Abril no rindieron el merecido homenaje de respeto, admiración y gratitud para honrar la memoria de los valientes y arrojados dominicanos que nos fuimos a la guerra en defensa de la Constitución.
Defensa que significa: respeto a la legalidad, respeto al Estado de derecho, respeto al derecho a vivir sin temor, respeto al derecho a ser juzgado con justicia, respeto a ser tratado sin discriminación, respeto a ser respetado sin que pese el tanto tienes tanto vales.
Señor, Señor, te pido Señor, que los jóvenes de hoy sean informados y sean formados en el amor a la Patria, a la madre que alimenta nuestra Independencia, a la madre que alimenta nuestra soberanía nacional, a la madre que heredamos de quienes nos hicieron el honor de traernos a la vida bajo la inmensa divisa de Dios, Patria y Libertad.
Señor, Señor, que padres y maestros se conviertan en los portaestandartes de las glorias pasadas de nuestros libertadores, de nuestros Padres de la Patria, que enseñen a la juventud de hoy cómo nació la República, de la conspiración de un grupo de jóvenes que logró convertir a idea de la República en una esplendorosa realidad.
Señor, Señor que el calor de la llama de la Independencia, de la Soberanía Nacional, del Estado de derecho, de la soberanía individual, del derecho a vivir sin discriminación por raza, religión, diferencia de bienes nunca prospere en la República Dominicana.
Señor, Señor te pido que las escuelas, las universidades, sean convertidas en templos de la dominicanidad donde los valores patrios sean enseñados, practicados, elogiados y exaltados, para bien del futuro libre e independiente de la República.
Señor Señor. que al constante estudio, a todos los niveles, desde educación primaria, hasta universitaria, se dedique una parte de la lista de materias, a clases, conferencias, debates, concursos, en los cuales se acentúe el sentido de pertenencia del alma nacional, sus manifestaciones más visibles y las más ocultadas, la dominicanidad en todas sus manifestaciones.
Señor Señor, que se reconozca que los grandes héroes de la Patria no son solamente los generales y soldados que la crearon, que antes que guardias aquellos que se lanzaron a la guerra, a vencer o morir, en 1844, carecían de entrenamiento militar, pero tenían el pecho henchido por el amor a sus semejantes manifestado en la común construcción de la República.
Señor, Señor, te ruego que no permitas que se apague el amor a la libertad.
Bonaparte Gautreaux Piñeyro